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Si me lo permitís, os quiero contar una historia, pero no la leáis. Vividla mientras os la escribo. Disfruto de los sueños escribiendo sobre ellos, te invito a poner imágenes a mis palabras en el Club de los poetas muertos.

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domingo, 17 de agosto de 2014

El orígen

Santiago de Compostela, ruela das ánimas

Por aquél entonces, los jóvenes estudiantes aprovechaban la ocasión que se les brindaba en ciertos foros ante la posibilidad de acudir a los estrenos de las películas que meses antes habían sido visionadas en otros países. El éxito que les precedía, aumentaba más si cabe, la ansiedad por ser partícipes de las historias contenidas en sus argumentos y la imperiosa necesidad de conocer y sumergirse en su esencia.

El club de lectura del Colegio, creado por iniciativa del teólogo toledano y subdirector del centro, había dado a conocer al reducido número de voluntarios en la actividad, los poemas de Walt Whitman sobre Abraham Lincolm y los versos de Robert Herrick, "recoged las rosas mientras podáis", expresión que algunos identificaban con el verso más antiguo, de Virgilio: "carpe diem". La idea de vivir el instante, el afán de aprovechar el momento o el "recoger la cosecha del día", siempre había sido consustancial a la juventud e incluso a la propia adolescencia; edades en las que apurar la vida, era una simple necesidad.

Por ello quizás, el estreno de aquella película marcó a toda una generación de jóvenes espectadores, no sólo por su mensaje de vivir a contracorriente, sino porque llegó en el momento justo en el que todas nuestras ideas preconcebidas sobre el mundo en el que vivíamos se venían abajo unas detrás de otras. Meses antes de que el muro de Berlín cayera, la idea de la aventura en busca de nuevos horizontes y nuevas perspectivas o el propio cuestionamiento del statu quo en el que se sumergía la película protagonizada por Robin Williams, encontraron el caldo de cultivo perfecto en aquéllos jóvenes universitarios Santiagueses, que encontraron en los sentimientos de Ethan Hawke o Robert Sean Leonard, y en las enseñanzas del profesor Keating, la esencia misma de las vidas que ellos mismos deseaban llegar a encontrar: vivir, sentir.

Fue el propio "caché" quien, a la salida del cine y entre las cervezas que amenizaron la tertulia sobre la película, propuso a sus contertulios fundar su particular Club de los poetas muertos. Hurgarían en la vida hasta encontrar la esencia de los sentimientos, hasta reinar libres, en el imperio de los sentidos.

Una máxima inquebrantable se impuso entre los fundadores; el secreto y el anonimato ante los ajenos a su nuevo mundo.

Aquella noche, en la ruela das ánimas, junto a la capilla del mismo nombre y frente a la iglesia de Santo Agostiño, entre los efluvios de un wisky barato sumergido en enormes jarras de cerveza, nació un club secreto y "caché", también conocido como "gepese" o "espectro", fue nombrado Capitán, al grito unánime de los presentes; ¡¡Oh, Capitán, mi Capitán¡¡.

“¡Oh Capitán! ¡Mi Capitán! Nuestro viaje ha terminado;
el buque tuvo que sobrevivir a cada tormenta, ganamos el premio que buscamos;
el puerto está cerca, escucho las campanas, todo el mundo está exultante,
mientras siguen con sus ojos la firme quilla, el barco severo y desafiante:

Pero ¡Oh corazón!¡Corazón!¡Corazón!
oh, las lágrimas se tiñen de rojo,
mi Capitán está sobre la cubierta,
caído muerto y frío.

¡Oh capitán! ¡Mi capitán! Levántate y escucha las campanas;
levántate, izan la bandera por ti, por ti suenan las cornetas;
por ti ramos y cintas de coronas, por ti se amontonan en las orillas;
Por ti llama la influyente masa, giran sus rostros impacientes;

¡Aquí Capitán!¡Querido padre!
Este brazo bajo tu cabeza;
Es como un sueño sobre la cubierta,
Has caído muerto y frío.

Mi capitán no responde, sus labios están pálidos e inmóviles;
Mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad;
El barco está anclado sano y salvo, el viaje ha terminado y se ha hecho;
De un viaje temeroso, el barco triunfador, entra con su objetivo realizado;

Exultamos, ¡oh costas y tañidos, oh campanas!
Pero yo, con triste pisada
Camino en cubierta donde está mi Capitán

Caído muerto y frío.”

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