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Invitación

Si me lo permitís, os quiero contar una historia, pero no la leáis. Vividla mientras os la escribo. Disfruto de los sueños escribiendo sobre ellos, te invito a poner imágenes a mis palabras en el Club de los poetas muertos.

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domingo, 11 de mayo de 2014

La suite

La suite

La suite contaba con tres habitaciones independientes y estaba decorada al más puro estilo andaluz. El dormitorio estaba presidido por una cama de “The Luxury Collection” vestida con sábanas de 200 hilos, mullidos edredones de plumas y una selección de almohadas que invitaban a innumerables juegos ocultos. El cabecero, los sofás y los sillones, de cuero gris y marrón, estaban embellecidos con aplicaciones metálicas que recordaban a las sillas de montar. El escritorio y la silla, de madera oscura de estilo español, permitían desde su rincón, contemplar con comodidad toda la estancia.

A través de las ventanas de cristal emplomado se veía una amplia terraza privada de dos niveles desde la que se apreciaban unas vistas hermosas de la ciudad, especialmente cuanto la luz artificial adornaba la oscuridad de la noche. Invitaba a salir al aire libre y disfrutar de las espectaculares vistas de Sevilla. En el nivel superior, una magnífica cúpula de estilo mudéjar pintada a mano, descansaba sobre altas columnas de mármol y elegantes arcos convirtiendo aquel espacio en un lugar ideal para imaginar una noche cómplice y erótica. Abajo, en el nivel inferior, las tumbonas y los muebles de mimbre se disponían en una perfecta armonía para disfrutar del sol y broncear la piel, ocultos a las miradas ajenas.

Los baños contaban con detalles exquisitos como lavabos de mármol, artículos de cortesía de alta gama, un espejo con brazo articulado, jacuzzi con sistema de hidromasaje y griferías irresistibles que invitaban a jugar con sus formas y las infinitas posibilidades de controlar su caudal. 

Era un capricho, era un espacio high class, un lugar perfecto para aquella noche.

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