Desde la incógnita del anonimato
Cuando escribo de incógnito me siento realmente libre porque puedo decir todo lo que pienso sin pensar en cómo he decirlo pero sobre todo, porque juzgarán lo que digo y no por quién soy. Este será mi espacio, la atalaya desde la que observaré si me juzgan por mi firma o si se siente mi obra.