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Si me lo permitís, os quiero contar una historia, pero no la leáis. Vividla mientras os la escribo. Disfruto de los sueños escribiendo sobre ellos, te invito a poner imágenes a mis palabras en el Club de los poetas muertos.

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domingo, 27 de abril de 2014

Glamour


Glamour

Noe se sentía femenina, se sentía una mujer especial. Era una mujer particularmente atractiva y sabía lucir sus encantos. Sabía elegir la prenda perfecta. Sabía que la ropa era una elección muy personal que dice mucho sobre la mujer y combinaba con elegancia la comodidad con la insinuación, la coquetería con unas pizcas de glamour y un ligero toque de erotismo envuelto para cada ocasión con fino gusto, resaltando su silueta y el color de su piel.

Sabía dar encanto y seducción a su cuerpo eligiendo el color, la tela y los adornos de su ropa íntima. Negro, rojo, rosa, blanco... cada uno de esos colores decían algo distinto. La muselina, la seda, el encaje o el satén también transmitían un mensaje. 

Noe disfrutaba jugando con ellos, sabía cambiar su imagen y cómo transmitir con su cuerpo algo diferente. Utilizaba prendas de color rosa y blanco cuando pretendía transmitir inocencia y al mismo tiempo cierta provocación. El encaje o los bordados le añadían un toque de misterio y romanticismo. 

Cuando pretendía mostrar una imagen más juvenil se decantaba por colores vivos y claritos como el amarillo, el naranja, el coral, el azul o el verde y si quería conseguir un bonito efecto en su cuerpo, utilizaba prendas con estampados de flores o motivos geométricos a contraste.

Pero cuando se sentía sexy y ardiente siempre optaba entre el rojo y el negro para adornar su feminidad. Aquella noche, Noe eligió el Negro.


Noe acopiaba en su inmenso vestidor infinidad de zapatos, bolsos y complementos que sabía combinar en función de la ocasión. Utilizaba los “Peep-toes” cuando quería lucir elegante. Encontraba las botas negras, hasta la rodilla o a mitad de la pantorrilla, ideales para los días fríos. Además combinaban con casi todo y las prefería con tacones cómodos para utilizarlas en toda ocasión. Usar tacones altos todos los días puede ser agotador. Por eso Noe no dudaba en utilizar las ballerinas cuando salía del trabajo o después de una fiesta para dar un respiro a sus pies y un toque chic a su look. Cuando quería sentirte alta, cómoda y fresca las sandalias con plataforma eran ideales y para combinar con un vestido de fiesta o usar durante una salida nocturna en verano elegía unas sandalias metálicas, plateadas o doradas.

Noe sentía pasión por los zapatos, eran su fetiche. Los tenía con taco alto, taco bajo, plataforma, taco chino, stiletto, chatita, abierto, cerrado, con o sin pulsera. Eran su carta de presentación, su mejor arma de seducción y sabía del hechizo que ejercen en los hombres.

Para aquella noche, Noe eligió unos Gucci. Eran unos elegantes botines Kim con tacón de 110 mm cubierto de pitón negro, logo de metal sobre el arco del zapato moldeado en tres pasos y con detalle recortado. Una chaqueta de lana y elastán elástica negra con solapa de piel, forro de seda negro con abertura trasera, sobre un top de satén georgette negro con diamantes de imitación tachonados. Los ajustados pantalones de lana elástica negra, sin forro y con una franja lateral de piel la hacían sencillamente, irresistible.