Aquélla noche
“Siempre he sabido lo que quiero
y siempre lo he tenido claro. Quizás por ello mis amigas me tilden de mujer liberal,
pero lejos de preocuparme, he disfrutado siempre de ello. Y quizás también esa
sea la razón por la que he huido del compromiso y no he sufrido lo crueles
desengaños que entre confidencias me han confiado mis más íntimas.”
“Pero esta vez no había sido así.
Esta vez me había dolido y mucho. Creí que en esta ocasión había algo diferente
y confiaba en él. Había algo más que sexo y me sentía cómoda con él. Disfrutaba
de los ratitos que estábamos juntos y me encantaba su conversación. Creí que
ambos sentíamos algo más, pero lo cierto es que, como siempre, resultó ser un
hombre sin rostro del que solo podía verse una falsa apariencia. No puedo
evitar recordar ciertos momentos, sin embargo, he de olvidarlo.”
“Me he prometido a mi misma
cerrar este capítulo de mi diario y no volveré a escribir sobre ti. Fue bonito
mientras duró, pero hoy toca pasar página. Así que …, adiós. Revisaré las
cuentas definitivas de mi último informe y llamaré a Maite. Necesito un café y
salir a bailar”.
(…)
Mientras Noe escribía las últimas
líneas de su diario, su Nokia le anunciaba un nuevo mensaje de Maite: “ A las 4
en Prada. Hoy fiesta. Bsos guapa”. Noe respondió con un escueto ok y se fue a
la ducha. Hoy, se sentía guapa, se sentía viva, quería volver a sentir.
