Mi mundo virtual

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Si me lo permitís, os quiero contar una historia, pero no la leáis. Vividla mientras os la escribo. Disfruto de los sueños escribiendo sobre ellos, te invito a poner imágenes a mis palabras en el Club de los poetas muertos.

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sábado, 17 de mayo de 2014

La ciudad

Sobre la mesa se amontonaban las vidas, las ideas, las historias sobre las que escribir. En una ciudad como aquella, siempre hubo poco que contar más allá de lo que ocurría fuera o de los chismes y rumores de los que vivían dentro. Sólo era noticia lo que ocurría fuera, lo que se contaba en el resto del país o lo que acontecía en el mundo. En la ciudad había muy pocas cosas de las que hablar y si algún ilustre personaje visitaba la ciudad o surgía algo simplemente distinto, se convertía en foco de atención y de repente, había algo que decir.

La ciudad no estaba acostumbrada a aquello. Podía ocurrir en América, podía leerse en la prensa o verse en las noticias de los informativos, pero que algo como aquello ocurriese allí mismo, donde vivían, donde paseaban, donde disfrutaban y trabajaban, en sus propias casas, en su ciudad; era algo, cuando menos, inimaginable.

La tranquilidad, el sosiego, incluso la monotonía, se convirtieron repentinamente en una añorada necesidad. La ciudad había cambiado. El robo, la corrupción, el accidente y ahora aquel horrendo crimen. La ciudad, ya no era la misma, la ciudad había cambiado.

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