Mi mundo virtual

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Invitación

Si me lo permitís, os quiero contar una historia, pero no la leáis. Vividla mientras os la escribo. Disfruto de los sueños escribiendo sobre ellos, te invito a poner imágenes a mis palabras en el Club de los poetas muertos.

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sábado, 17 de mayo de 2014

Él

Era un hombre aparentemente tranquilo. Dicen que observador, reservado y culto. Lo cierto es que no mucha gente lo conocía, pero quien lo conocía prefería no hablar de él. Curioso ciertamente, pero la mujer que mejor lo conoció nunca habló de él porque siempre temió que se lo robasen. Realmente no pasaba desapercibido, alto, elegante, apuesto, de cuidada imagen, de trato fácil y correcta conversación, inteligente, astuto y en ocasiones mordaz. Hábil con la pluma y cuidadoso con el verbo, prefería escribir lo que pensaba a hablar sin pensar.

Decía que escribir, erar narrar, cantar en verso, pensar en voz baja, la ideal forma de contar historias y susurrar sentimientos. Escribir permitía meditar el cómo, el cuándo, el qué y a quién se dice, mientras que hablar, era una simple manifestación egoísta de buscar qué decir, aún cuando a nadie pueda interesar. Prefería escuchar a tomar la palabra, pero no era una persona sencilla de convencer y conseguir su atención se convertía en imposible si no existía un sentimiento detrás de lo que oía. 

En cierto modo era un hombre solitario aún cuando siempre estuviese rodeado de gente. Eran muy pocos los que se contaban como sus íntimos, incluso menos de los que se creían cercanos. Quien más cerca vivió con él, quien mejor podría hablar de él, llegó a dudar si realmente él sabría cómo era.


1 comentario:

Anónimo dijo...

este me gusto relatare este, ya que es un poco de mi mismo....