Mientras la sangre de mi pluma se seca a borbotones
las saladas lágrimas de tu rostro inundan mi alma.
Sólo cuando dejes de llorar,
Si me lo permitís, os quiero contar una historia, pero no la leáis. Vividla mientras os la escribo. Disfruto de los sueños escribiendo sobre ellos, te invito a poner imágenes a mis palabras en el Club de los poetas muertos.
Cada vez que compartes, twuiteas o simplemente reconoces que te gusta, mujeres como María pueden seguir soñando.
El Club de los Poetas muertos http://t.co/LSLum5oq0M
— Los poetas muertos (@clubdelpoeta) Mayo 11, 2014